“Y al final números rojos en la cuenta del
olvido” dice la canción con la que entramos de Sabina y Fito. María, expareja
de una persona ludópata y madre de tres hijos, y su hijo Pedro, nos cuentan
cómo una familia entera acaba en la ruina, en las deudas, en ese “y al final
números rojos”.
Nos adentramos en el problema de la ludopatía,
y en la de un Estado que si bien regula en la legalidad las apuestas parece no
usar el dinero de los impuestos recaudados sobre esta actividad a la rehabilitación
y prevención del problema. Al contrario, lo fomenta con publicidad 24/7 que se
mete por cualquier rendija; redes, Internet, carteles, luces de colores,
juegos, aplicaciones… que llegan a los más jóvenes, a los más pequeños.