A los 18 años Fabriche salió de Camerún, le esperaban 3 años
de viaje, de hambre, de sed, de desiertos, de vallas, de concertinas, de
detenciones, de rechazo, de perder a sus compañeros en el camino... pero nunca
dejó de cantar, así es la grandeza del ser humano.
3 años de viaje donde la música, su música, no le abandonó.
Fabriche, nos canta rap, donde nos cuenta sus historias, en francés, en ingles, en su lengua natal... pues ¿Qué
es la vida sino un canto?
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